Por David Vidal.
Funcionario de Justicia destinado en el Registro civil de Las Palmas.
Se está llevando el debate sobre si los Registradores de la
propiedad o notarios son o no idóneos para ejercer la responsabilidad que
supone la llevanza de los registros civiles. Se nos expone que son experimentados
operadores en el tráfico mercantil respecto de la propiedad y de la seguridad
jurídica del ámbito empresarial. No dudamos de su capacidad en la tarea que
hasta ahora realizan, pero el Registro civil y los datos contenidos en estos no
son fincas, ni inmuebles, ni archivos donde se custodian las cuentas de las
sociedades mercantiles y civiles. El registro civil es de las personas, y eso,
hace que tengamos que realizar algunas reflexiones.
Se nos quiere ocultar algunos de los aspectos más importantes
de la labor registral civil llevando la discusión respecto de la gratuidad o no
de los actos que día a día se realizan de forma altruista en los Juzgados de
Paz y registros civiles de cada municipio. Tampoco es lo más importante que el
Registro civil sea o no gratuito, que evidentemente debe tener su financiación
pero esta no debe pasar por obtener un beneficio o un lucro sobre ello. De
nuevo, para quienes hemos trabajado en el Registro civil debemos recordar que
lo importante son las personas.
Se está poniendo el foco del asunto en aspectos que, en apariencia,
puedan aparentar ser los principales, pero como sabemos los que trabajamos en
esto, una inscripción marginal puede tener más relevancia que lo que pueda
establecerse en el folio principal. Es hora de poner el punto sobre las “íes”. (sigue leyendo en más información)
Como un mago que distrae al espectador para poder realizar su
truco, desde el Ministerio se quiere poner la atención sobre el dinero, la
gratuidad al ciudadano o sobre si los Registradores, los Notarios o lo jueces
deben ser los encargados de los Registros civiles….pero seamos francos. Los
Registros civiles lo llevan y lo han
llevado los funcionarios de la administración de justicia.
Los funcionarios que llevamos la tarea registral, hemos
estudiado profundamente las leyes que regulan el Registro Civil. La cantidad de
instrucciones dispersas sobre la enorme casuística registral esta en nuestro
haber y no hay legislación alguna ni compilación informática que acumule todas
las disposiciones que se deben aplicar a diario, debido entre otros a la pésima
regulación del Centro directivo del que dependen los Registros civiles y que
son parte del problema. Pero este es otro tema. ¿Se imaginan a unos empleados
de una notaria o de un Registrador teniendo que aplicar instrucciones que no
están ni en los códigos más avanzados de las mejores editoriales jurídicas? Las
bases de legislación de la inmensa cantidad de normativa registral está en la
experiencia de los funcionarios de la Administración de Justicia que han ido adquiriendo
a lo largo de este último siglo.
Pero esto no es todo, los datos que se tratan en los
registros civiles son muy sensibles. Aunque la base del Registro Civil es la
publicidad, sus contenidos se refieren en ocasiones a cambios de identidad o sexo
del inscrito que tienen publicidad restringida para el propio interesado, otros
a cambios de apellidos derivados de asuntos de violencia de género o
reconocimientos paternales o privación de patria potestad de menores. Estos
datos en una sociedad civilizada deben estar custodiados, no solo archivados. Y
deben ofrecer garantía de sigilo y profesionalidad.
Los funcionarios son personas preparadas, que se deben a una
relación estatutaria de carácter indefinido y que son menos susceptibles de ser
sobornadas. Poseen un régimen de incompatibilidad que garantiza que los datos que
conocen no sean utilizados para fines propios o particulares al descuido del enriquecimiento
de una empresa u oportunidad empresarial. Además, están dotados de un régimen
disciplinario que los hace ser meticulosos con su trabajo porque saben que
saltarse esa barrera puede mandar al traste con su medio de vida.
La Comisión Europea sitúa
a los funcionarios españoles entre los menos corruptos de Europa, solo nos
adelanta Finlandia y Reino Unido y estamos mejor considerados que Alemania o
Austria donde son mas corruptibles.
Siendo el tercer país de Europa con menos funcionarios corruptos: es
para hacer una valoración sobre la idoneidad de llevar determinados asuntos.
Los empleados con un horizonte laboral limitado por la
incertidumbre de sus contratos laborales son más propensos a aceptar o
solicitar sobornos a cambio de tratos de favor que los empleados públicos con
contrato estable. También cuando la relación laboral depende de la simpatía del
empleador hace que se acepten determinados comportamientos sin llegar a alzar
la voz o denunciar las irregularidades que puedan cometer sus superiores .
Los registradores y notarios pueden, y deben, gozar de una
presunción de integridad, pero el personal a su servicio, contratados en el
ámbito privado, con contratos cada vez más precarios y poco estables, se
convertirían también en depositarios de una información sumamente delicada
sobre la privacidad de las personas, cuya preparación no sería en ningún caso específica
para la función registral y sometidos únicamente a la integridad personal de
cada trabajador, lo que expondría a un riesgo sublime los datos a los que
tuvieran acceso, sin la mas mínima prevención que la que se pudiera derivar en
un procedimiento penal, en un posible delito de revelación de datos de carácter
personal que habría que ser demostrado.
Datos como los abortos, las adopciones, las filiaciones
impugnadas o reclamadas caerían en manos del sector privado. Ante situaciones
ya vividas como la sustracción de bebes recién nacidos por falta de rigor en la
llevanza de los registros civiles de épocas pasadas provocada por la confianza depositada en el ámbito
eclesiástico en la inscripción de nacimientos, corremos el riesgo de retroceder
en la garantía del secreto de infinidad de actos relativos al estado civil que
son de vital importancia en una sociedad moderna y que debe ampararse en la
seguridad y confianza sobre la protección de los datos de carácter personal y en
la organización encargada de todo ello.
Como siempre las decisiones sobre el futuro del Registro
Civil las tomarán algunos encorbatados, togados o políticos de turno, nos
venderán que serán más eficaces y seguirá siendo gratuito, pero como ya pasara
con la marea blanca de la sanidad, detrás hay intereses privados, Rajoy, su
hermano el propio director general de Registros y Notariado son registradores
que ante la bajada del ladrillo han visto sus negocios mermar y disminuir sus ingresos.
¿Y gratuito? Los Registradores quizás no cobraran por los actos no voluntarios
del Registro Civil como los nacimientos, defunciones o inscripciones de
matrimonio, pero ya se han asegurado que para esas cuestiones haya una partida
presupuestaria anual para su financiación. ¿ Y los voluntarios? Ah, eso es otra
cosa, una fe de vida, unas capitulaciones matrimoniales, la nacionalidad, un
cambio de sexo o el duplicado del libro de familia sí pueden tener costes para
el ciudadano y parece que el negocio será jugoso por las cifras que se manejan.
Los trabajadores, los que estamos, los que no tenemos nombres
ni cargos, somos los que hacemos posible que cada día salga el trabajo. Hemos
dejado de ser una anotación marginal meramente testimonial, la marea amarilla
se posiciona para que a nuestro trabajo se le dé la consideración que tiene, y
pongamos en valor lo más importante que tienen los Registros civiles. LAS
PERSONAS.
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